Los datos recabados no sólo ayudarán a la empresa a conocer cuáles son las temáticas que tienen un mayor tirón entre los usuarios, sino también a conocer cuáles de los textos añadidos en el asunto del mensaje han funcionado mejor. En este sentido, no hay que perder de vista que existen algunos términos y expresiones cuyo uso puede hacer que el filtro del correo envíe el texto a la papelera. En este enlace, puedes consultar la lista de palabras prohibidas en el asunto del e-mail. Las conclusiones de este análisis serán fundamentales para corregir algunos aspectos de la estrategia empleada, y bien potenciar aquellos que estén dando buenos resultados.

Para que las comunicaciones enviadas se ajusten al máximo a las demandas de cada destinatario, conviene crear diferentes listas de distribución. Esto permitirá clasificar a los contactos en función de diferentes criterios —sexo, edad, lugar de residencia, profesión, aficiones, etc.—, lo que facilitará la elaboración de contenidos más ajustados a sus expectativas.

Al hilo del punto anterior, es necesario que la empresa identifique las temáticas que aparecerán en sus comunicaciones y que planifique cómo y cuándo las trabajará en sus e-mails. Y es que, parafraseando a Bill Gates, el contenido (aquí también) es el rey. Además, la confección de un calendario permite identificar rápidamente eventos relacionados con el producto o servicio en cuestión, que es un buen pretexto para la creación de contenidos ad hoc.

A la hora de elegir las aplicaciones de gestión y monitorización, conviene considerar diversos aspectos, como su facilidad de uso, el volumen de envíos que permiten realizar y su coste. De hecho, muchas de estas herramientas son de pago, y las que son gratuitas en algunos casos (como MailChimp), sólo permiten gestionar una cierta cantidad de leads en su modalidad sin coste.

En caso de que las empresas que ofrezcan la posibilidad de adquirir sus productos y servicios online, es necesario analizar bien el comportamiento de los usuarios en las pasarelas de compra correspondiente, eliminando posibles puntos de fuga y detectando en qué parte del proceso se produce el mayor número de abandonos. Para conocer más detalles, te recomendamos este artículo con consejos para la optimización del e-commerce.

En retargeting o remarketing es una técnica de marketing digital que busca impactar en aquellos usuarios que, pese a haber interactuado con una determinada marca —por ejemplo, visitando su web o iniciando el proceso de compra online—, no se han convertido en registros o clientes.

Tras esta interacción, y al continuar navegando, el usuario seguirá viendo inserciones publicitarias del artículo por el que se interesó u otros de la misma empresa. De este modo, si hace clic en algunos de estos enlaces promocionales, se le puede ofrecer la posibilidad de suscribirse al boletín de noticias de la empresa anunciante, sin necesidad de que tenga que regresar a su web. Por lo tanto, se consigue recuperar así un posible cliente afín al target de la compañía. En algunos casos, la tasa de usuarios rescatados que acaban comprando ronda el 26%.

Otra variante del retargeting es el remarketing multicanal (u omnicanal), que permite la segmentación y el envío de información personalizada a través de diversos soportes (páginas web, correo postal o electrónico, redes sociales, tiendas online o físicas, etc.). Para que éste sea efectivo, conviene hacer un seguimiento pormenorizado de la huella digital del usuario.

Soluciones como Google, Remintrex o eComCon son algunas de las herramientas que se utilizan en el ámbito del retargeting.